El futuro es impredecible y el pasado se cerró, solo tenemos el presente que día tras día nos golpea con una lluvia de emociones negativas, tales como: la ansiedad, la tristeza, la frustración, el estrés, la ira y el miedo. Emociones que nuestro cuerpo expresa al tener que batallar cada día que pasa contra ellas, a través de múltiples mecanismos de defensas que nos dan la sensación de ser sobrevivientes. Identificarlas es saludable no solo para nuestra mente sino también para nuestro cuerpo.
El exceso en la ingesta de alimentos es uno de los tantos mecanismos que utilizamos para enfrentar las emociones negativas.
Los alimentos altos en calorías, ricos en azucares y grasas “alimentos reconfortantes” o “food comfort” son los protagonistas en este sentido y los consumidores de los mismos son los llamados “comedores emocionales” que son aquellos individuos que manifiestan como un mecanismo disfuncional el regular sus emociones negativas a partir de la ingesta de los alimentos antes mencionados.
Las mujeres, las personas obesas y aquellas personas sometidas a dietas muy bajas en calorías, tienen mayor riesgo de convertirse en “comedores emocionales”.
Las emociones juegan un papel fundamental en la elección, calidad y cantidad de los alimentos ingeridos, pero también hay alimentos que generan ciertas emociones y esta relación de doble vía unida al aumento del sedentarismo que ha generado la pandemia; incrementa la posibilidad de sobrepeso y obesidad, lo que a su vez elevaría el riesgo de padecer enfermedades crónicas, tales como: hipertensión arterial, cáncer, diabetes, etc.
Recomendaciones importantes:
• Sé paciente contigo mismo(a), recuerda que es normal que ante una situación inesperada, el ser humano reaccione y experimente diferentes sentimientos.
• Aprende a identificar y sobre todo a expresar lo que piensas y lo que sientes ya que cuando ignoras tus pensamientos y sentimientos puedes llegar a refugiarte en mecanismos de defensas, de poco o de ningún provecho para tu salud.
• Acepta que muchos de tus sentimientos están basados en ideas futuristas, lo que a su vez genera ansiedad y estrés.
• Disfruta de buenos momentos con los tuyos, comunicarte con las personas que amas, contribuye bastante a tu buena salud mental y por consiguiente a tu salud física.
• Duerme las horas suficientes, por lo general se recomienda de 7 a 9 horas en un adulto (este tiempo puede variar dependiendo de la edad y otros factores), los niños y adolescentes tienden a necesitar descansar más tiempo. Esto contribuirá a mantenerte relajado(a) y por consiguiente disminuirá el riesgo de emociones negativas que te hagan recurrir a “alimentos reconfortantes” o “food comfort.”
• Evita el consumo de cafeína y bebidas estimulantes ya que pueden contribuir a aumentar tu ansiedad.
• Evita el consumo de comida rápida por su elevado contenido en grasas y azúcares y dale prioridad a alimentos que contribuyan a fortalecer tu sistema inmunológico, que sean fuentes de vitaminas y minerales como las frutas y los vegetales.
• Utiliza preparaciones saludables al momento de cocinar tus alimentos: a la plancha, al vapor, asado, al horno, guisado. Por favor evita las frituras.
• La hidratación es muy importante. Se recomienda en sentido general 2 litros de agua al día en un adulto sano. Dicha ingesta puede variar dependiendo de la edad y de si la persona presenta alguna condición especial. Una forma de tomar más agua es realizando actividad física, lo que a su vez disminuirá el sedentarismo y la ansiedad generada en estos días.
Dra. Andrina Beato
Muy Interesante artículo, creo que comenzaré a cambiar mis hábitos
Nos alegramos que te sea de utilidad.